CONCLUSIONES
La batalla, con las variables de entonces, estaba perdida de antemano y no debió darse. Todos lo sabían y lo presentían. Los nuevos planes de Napoleón no tenían valor estratégico ninguno. La flota Franco-Española se sabía inferior en tripulación y estrategia, nadie confiaba en la victoria. Villeneuve, aunque conocía bien lo que iba a hacer Nelson no pudo ni supo contrarrestarle, y aquel día, por nuestra parte se pusieron en la batalla casi todos los buques y aunque hubieran perdido los ingleses a las pocas semanas habrían puesto una nueva flota en la zona. El valor de nuestros marinos no fue suficiente, porque en el fondo se ponía sobre el tapete distintas concepciones sociales, estrategias, tecnologías y formas de organizarse. El pundonor de Gravina no supo crecerse ante el francés y una vez salido de puerto debió desobedecer y actuar con independencia en la batalla.
Hay un Trafalgar en este país, igual que entonces, cada vez que nos enfrentamos en solitario a los problemas, cada vez que heroicamente y sin medios, debemos salir airosos de una situación. El valor ya se comprobó, fue necesario pero no fue suficiente, hay que prepararse. Hoy defender la patria es defenderla con un trabajo bien hecho, con una ética, con una cercanía a los demás, con una respuesta personal coherente. La guerra es fruto de los egoísmos, las ambiciones, los protagonismos. ¿Creemos que esto ya no existe en las políticas de los países? Al igual que entonces nuestra derrota no sólo fue debida al acierto del contrario sino a nuestros errores. Aprendamos de ellos. No seamos individualistas, ni improvisadores, sembremos para el futuro y no para el corto presente. Busquemos nuestro propio sitio, no dependamos de alianzas para solucionar nuestros problemas, pues en tiempos de crisis se está solo frente a ellos. Al igual que entonces, si no unimos nuestros brazos y esfuerzos estaremos perdidos en un mundo globalizado, donde políticas que no sabemos ni entendemos actuarán por nosotros, dirigiendo nuestras vidas y nuestro futuro. Estos héroes no murieron en vano, lo hicieron para enseñarnos el camino, si sabemos aprender.
Nota: Este artículo es resultado del esfuerzo de resumir la conferencia multimedia que se dio en el Ateneo en Marzo de 2005, y, lógicamente, no puede incorporar las imágenes, simulaciones, voces, música, emociones y sentimientos del directo de dicha conferencia.
Estas conclusiones pertenecen a la conferencia ¿Por qué se perdió la batalla de Trafalgar?. de Julio Terrón esta publicada en el libro “ Bicentenario de Trafalgar en el Ateneo de Cádiz”,páginas 32-41 .